QUITO contra QUITU
- Víctor Gallego
- 1 may 2013
- 2 Min. de lectura
Aún no llevo muchos días en la ciudad andina y ya me han sorprendido un millar de cosas. De lo que hasta ahora me ha enseñado Quito me quedo con que es una ciudad llena de contrastes y dualidades. Al igual que su visión indígena. Sol y luna. Masculinidad y feminidad. Encontramos el casco histórico más grande de Latinoamérica y patrimonio de la humanidad versus centro moderno, edificios altos y con gran presencia de la arquitectura moderna quiteña.
Quitu contra Quito. Ciudad que ocupaba un lugar central en la cultura indígena. Capital de Ecuador, y a la friolera altura de dos mil ochoscientos metros, posee una extensión distribuida de Norte a Sur, ubicada en el corazón de la meseta de la “Kitu Pamba”. Es una ciudad que al igual que su clima y su tráfico es impredecible, y como dicen aquí, sus mujeres también.
Amanece a las 5:30 de la mañana durante todo el año, aquí no hay horarios de verano e invierno. A esta hora, cuando te despiertan, luce un sol deslumbrante sobre las montañas. Almuerzas a la 13:00. Momento en el que el tiempo se empieza a encabronar y las temperaturas comienzan a descender.
Para los que mantienen la sana costumbre de la siesta, aquí a las 14:30, ven como el cielo comienza a tornarse a un azul grisáceo para recibirte tras el sueño con un negro intenso y lluvias torrenciales. Con un poco de suerte, después de trabajar, para cuando bajas a tomar una cerveza, ya sí!! ya los rayos y los truenos están listos para darte la bienvenida a la ciudad de Quito.
Pero pese a este trajín de estaciones en un solo día, la ciudad tiene algo especial que hace que el tiempo sea tan solo circunstancial. Y eso es su tráfico!! Igual de loco que el clima. Los semáforos, para adornar; los pasos de peatones, para lucir; y los autobuses, para valientes!! Sin embargo, obviando estas dos peculiaridades que otorgan encanto y personalidad a la ciudad. El resto. Una ciudad con vida, cultura y mucho movimiento.
Como decía, desde las 5:30, la ciudad ya está “a full” y dispuesta para servirte un “cevichocho” o un “mote”. En cualquier esquina de la calle puedes encontrar estos platos típicos del Ecuador para desayunar, almorzar e incluso cenar. Con un ingrediente en común, el maíz, en sus dos variantes, tostado o tierno (“choclo”).
Por la otra parte que me toca, sus habitantes son “chéveres”, hospitalarios y siempre sonrientes, dispuestos a ayudarte, aunque para ello, a veces, tengas que preguntar a tres personas diferentes, para llegar a una conclusión certera que te lleve a tu destino.
Quitu contra quito, cuna y paso de culturas, desde los Quitus, a los Quitucaras, pasando por los Incas y acabando por desgracia en nosotros, “los conquistadores”. Una ciudad de contrastes que acaba de darme una bienvenida…
- “Chévere man!!”

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